8.20.2012

El Perdón verdadero






Algunas cosas en mi vida me sirvieron como catalizadores para comprender  el camino personal que debía seguir para conocerme a mi misma y este camino incluía en gran medida perdonar.

 Pienso que cada quien tiene su manera de perdonar y de actuar en conseuencia. En mi caso, hacerlo me ha llevado a tener paz

Antes yo creía que perdonar significaba olvidar, justificar, volver a lo mismo como si nada hubiera pasado  y hacer "borrón y cuenta nueva" , pero ahora  sé que eso no me funciona porque nunca en algunos de los casos  pude sentirlo de corazón por más que la intención fuera auténtica.


  De golpe y después de estar mucho tiempo en largo diálogo con Dios fuí bendecida con una gran claridad de pensamiento y humildad que me hicieron  saber que :

-A la primera persona que debía perdonar era a mi misma.-
Es decir, debía hacer mi orgullo a un lado y aceptarme tal cual era, con toda mi historia de vida incluyendo lo bueno y lo malo que me haya ocurrido

-Es necesario pedir perdón-
Una vez que se hace el orgullo a un lado y una se contempla sin temor  tal cual es sin subestimar en abosoluto algún defecto o virtud, resulta muy fácil (y doloroso) percibir los momentos en los que significativamente herimos a alguien mas aunque no haya sido la intencion.
Y entonces se debe pedir perdón, si no es posible hacerlo en persona con alguien porque podría causarse un daño mayor, es bueno dejar esa situación junto con el arrepentimiento y pesar de nuestro corazón en manos de Dios y si no se tiene una fé sería conveniente dejar ese asunto en el consultorio de un buen terapeuta. A partir de esto la culpa no tiene cabida aquí ni en ningún sitio

-Perdonar lo que pasó-
Llegado a este punto experimenté la paz, porque los dos pasos anteriores sin darme cuenta estuvieron curando las heridas hechas por otros. Y entonces pude comprender con amor y en un sentido amplio y trascendental las faltas de los demás  hacia mí.

Tal parece que este ejercicio para perdonar lo haré por el resto de mi vida, pues ahora sé que el trabajo espiritual implica constancia y compromiso, y que el objetivo de ésto es conocerme a mi misma y por ende, vivir en la Divina y Amorosa libertad absoluta.