5.01.2008


No me gustan mucho las piedras y metales preciosos o la joyería en general, sólo las perlas.
Ultimamente mi vida ha sido un collar de perlas que se rompió; E* , los sueños viejos, y algunas cosas y personas más son como las cuentas de este collar...
Ya no queda arreglarlo, es como si algo dentro de mi se hubiera desencajado pero al tratar de acomodarlo en su lugar ya no cabe igual y entonces tengo que aprender a vivir sin eso ...y es doloroso, porque más que despedirme de todas esas cosas, se trata de decirle adiós a la que fuí en esos momentos.
A pesar de la ruptura, las perlas siguen siendo perlas, siempre hermosas y perfectas.
Ay, ese diván...