El otro día te vi, estabas en la calle Morelos, en la esquina de las novias. Tenías tu pie apoyado en la pared y toda tu facha de vago. Las personas pasaban frente a ti sin mirar atrás, rápido, riendo, como saliendo de algún concierto. Tal vez fuiste a ver gente, tal vez esperabas a alguna muchacha de las que al final no te hacían caso; siempre estabas enamorado.
No me acerqué, preferí guardar esa fotografía en mi mente.
¿Recuerdas cuando nos tirábamos en el zacate de la facultad y leíamos la nueva obra de teatro que escribías?
Luego que dejaste la escuela nos hemos visto muchas veces más , siempre de forma azarosa: algún concierto, librerías, calles. Siempre nos pasa lo mismo, intercambiamos teléfonos que por alguna razón perderemos después. Creo que en el fondo sabemos que algún día nos volveremos a encontrar...
