Algunas veces pareciera que el destino se engaña a sí mismo haciendo cosas que no van...sin embargo luego aceptas su sabiduría.
Hay personas que pasan fugaces... o hay con quienes vives tanto, que te parece que muchos años se fueron en un abrir y cerrar de ojos...y por más que trates de sostener su paso te dejarán atrás... no por hacer un daño, sino porque tú tienes una vía distinta que andar.
A veces la vida es generosa y te deja saber la respuesta en carne y hueso a la pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿qué pasaría si yo hubiera...si nosotros hubiéramos...en aquellos años...?
El abrazo de ayer me recordó cuanto me picaba en la nariz el perfume que usabas hace seis años...me gustaba tanto ese aroma.
Ayer cuando te abrazaba sentí como una verdad absoluta que somos viejos conocidos, de siglos quizá. Sentí de golpe y por sólo unos segundos el dolor de niña que nació en mí hace tantos años, cuando pude dejarte ir, según mi panorama, para siempre.
Hoy el día estuvo hermoso, me regalé la salida temprano para caminar bajo el sol, el viento me despeinaba y vi tanta gente pasar...
