8.10.2011

Justo hoy esto se me atravesó en el camino de los ojos



Es posible evaluar la importancia que le asignamos a algo considerando el tiempo que estamos dispuestos a dedicarle. Cuanto más tiempo le dedicamos a algo, más evidente resulta la relevancia y el valor que tiene para nosotros. Si quieres conocer las prioridades de una persona, fijate en cómo usa el tiempo.

El tiempo es el regalo más preciado que tenemos porque es limitado. Podemos producir más dinero, pero no más tiempo. Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que nunca podremos recuperar. Nuestro tiempo es nuestra vida. El mejor regalo que le puedes dar a alguien es tu tiempo.

No es suficiente decir que las relaciones son importantes, debemos demostrarlo en acciones, invirtiendo tiempo en ellas.

Las palabras por sí solas nada valen...

La esencia del amor no es lo que pensamos o hacemos o aportamos a los demás; antes bien, es cuánto entregamos de nosotros mismos. A los hombres en particular les cuesta entender esto. Muchos me han dicho: No puedo entender a mi esposa ni a mis hijos. Les proveo de todo lo que necesitan. ¿Qué más quieren? ¡¡Te quieren a ti!! Quieren tus ojos, tus oídos, tu atención, tu presencia, tu interés: tu tiempo. No hay nada que pueda suplir eso.

El mejor regalo de amor no son los diamantes ni las rosas ni los dulces. Es brindar tu concentración. El amor concentra tanto en otra persona que por un instante uno se olvida quién es.

La atención dice: "Te valoro tanto que te entrego mi bien más valioso: mi tiempo". Siempre que dediques de tu tiempo, estarás haciendo un sacrificio, y el sacrificio es la esencia del amor.

Es posible dar sin amar, pero no se puede amar sin dar.

Amar es entregarse: dejar de lado mis preferencias, comodidad, objetivos personales, seguridad, dinero, energía y tiempo para el beneficio de otra persona.

El mejor uso que le puedes dar a la vida es amar. La mejor expresión de amor es el tiempo. El mejor momento para amar es ahora.



Rick Warren